Capitulo 2

Sara y Jose está llegando al Castillo familiar.
--hermana, todo esto es una locura. ¿casarte con un desconocido?
--¡Lo conozco de las revistas¡
--¡Su familia está arruinada y se casa contigo por dinero¡
Sara sabe todo eso y nada le importante.
--si tú tuvieras la oportunidad de casarte con Mario , sin verlo sólo verlo para la boda ¿lo rechazarías?
Jose agacha la cabeza con vergüenza porque eso es lo que le gustaría que pasara y es su hermano:
--No --dice.
Sara no lo juzga. Le sonríe.

En la prensa de toda Europa no se habla de otra cosa que no sea de la nueva condesa y su hermano el bastardo. En países en dónde el periodismo no está tan podrido se centran en la boda del conde de Armania con la condesa de Halbusjerke pero en España es el tema del padre de Jose lo que es el tema de actualidad. Sale mucha gente que no tenía nada que ver jurando que conocían perfectamente la relación de la condesa con el Rondeño, asegurando que sí es el hijo de él, sale otra gente diciendo que el padre de Jose es cualquiera menos el torero, muchos vecinos de los jóvenes salta a la televisión diciendo que saben algo del tema y a parte de tonterías no dicen algo. A Jose le llega un poco de esta basura.
--¡¡que asco de gentuza... los periodistas son basura¡
Por un lado se alegra de no estar en España y por otro lado piensa en Mario , teme que Mario crea que él está detrás de todo esto. Algunos piensas que así es, la familia pobre del Torero no lo deja de decir, otros dicen que Jose no tiene necesidad de hacer eso y que además ese escándalo puede perjudicar la boda de su hermana.
--mi hermano... Mario es mi hermano... ¿es eso posible? –piensa cuando alguien habla de que son hermanos.


En España, Mario sale de un baño abrochándose los pantalones. Detrás sale otro guapo subiéndoselos con cara de satisfecho.
--Jamás hubiera pensando que eras gay… --dice el guapo casi en shock.
Mario habla con mucha dureza:
--Mira tío si hablas…
El guapo no le deja seguir. Se muestra más amable:
--Enrique, me llamo enrique…
Enrique –le suplica—me voy a casar y además en mi profesión se vería muy bien…
--Tranquilo, no diré nada a nadie si haces algo por mi.
--¿me vas a hacer chantaje? –pregunta a la defensiva.
Mario se deja llevar por sus hormonas pero luego de acostarse con un desconocido el surge el miedo.
--Si prometes que me volverás a llamar…
Mario le sonríe:
--te lo prometo

Jose y Sara están cada uno en sus alcobas. La condesa está muy ocupada pero procura ver a su hermano siempre que puede. Jose apenas sale.
--¿cómo lo llevas?
Sara es feliz pero Jose está triste:
--Pienso mucho en Mario , quiero estar con él...
--pues cuando pase la boda, el escándalo inicial puedes volver a España, tal vez Mario te acepte como hermano...
Con un poco de amargura Jose dice:
--pero yo no sé si pueda verlo nunca como hermano... tú sabes que me gusta...
--olvidarás.

Mario, por su lado, ha hecho el amor con Rosaura. Se levanta de la cama. Va a la cocina. Cuando vuelve la mujer está furiosa y con la televisión encendida.
--¿¡cuando pensabas decírmelo?
Rosaura mira muy enojada a Mario que está desesperado pensando que descubrió que es gay. No soportaría volver a perderla. Muy nervioso dice:
--¡¡puedo explicarlo...¡¡
--¡¡no, yo te daba la oportunidad de que me lo dijera tú pero lo que no entiendo es porqué no me has hablado del tema es evidente que lo sé, si la prensa no habla de otra cosa...
Mario la mira sorprendido:
--que?
--del tema de tu hermano...
Mario por un lado se siente aliviado al ver que su amada no sospecha nada. Se levanta mientras se pone el boxer. Le da la espalda.
--No quiero hablar de eso...
Rosaura se levanta cubierta en la sábana. Lo abraza:
--yo tengo que saber lo que opinas... Es muy grave eso... Tengo que saber qué decirle a la prensa cuando me pregunten por eso...
Mario se gira y la mira molesto:
--¡¡nada, tú no tienes que decir nada de ese tema¡¡
Rosaura lo acaricia:
--mi amor, pero me gustaría saber qué opinas de eso...
Mario se quiere hacer el indiferente pero es un tema que le duele mucho:
--¡¡no es la primera vez que a un famoso le sale un hijo supuesto... lo peor del asunto es que él está muerto y no se puede defender¡¡¡
--él es el hijo de una condesa... ¿¡qué gana con eso?¡
--¡¡la gente por ambición es capaz de todo pero yo no le voy a permitir que manchen la memoria de tu padre¡¡
--él era un hombre libre, creo que ni siquiera conocía a tu mamá... ¿cuál sería el problema?
Mario se empieza a vestir a toda prisa:
--¡¡no quiero hablar del tema¡
Rosaura trata que se calme:
--tú siempre quisiste tener un hermano... ¿no tienes curiosidad en saber si es cierto?
--¡¡ese cretino no es mi hermano y espero por su bien que no dé la cara, que siga escondido como las ratas porque se arrepentirá de haberse metido con mi familia...¡
--no me gusta oírte hablar con tanto odio...
--¡¡pues no volvemos a tocar a este tema¡
Rosaura se pone triste y eso hace que el torero se calma. La acaricia y la estrecha contra sus brazos:
--perdóname, te amo... No quiero que nada empañe nuestra felicidad, nuestra boda.
Ella acaricia, lo besa.
--tienes razón, ahora sólo importa nuestra boda... no pensemos en nada más...
Los futuros esposos se besan y se acarician con mucha pasión.

Mario acompaña a Rosaura ante el auto. Toda la prensa los persigue. Quieren saber su opinión sobre Jose. Ninguno de los dos responde. Mario se va a meter en el auto pero una periodista le dice:
--¿no nos vas a decir qué opinas de que te haya salido un hermano? ¡¡tú siempre quisiste tener un hermano¡¡
Mario se enfurece de rabia.
--no caigas en su juego --le susurra Rosaura.
--¡¡Ese bastardo no es mi hermano... no es nada mío y nunca lo será¡¡ ¡¡sólo es un aprovechado que echa basura sobre la tumba de mi padre y eso nunca se lo perdonaré¡
Rosaura logra convencer a Mario para que no sigan y se van muy alterados.
--¡¡calmate, nos vamos a matar¡
Mario está furioso. Las imágenes del odio de Mario dan la vuelta al mundo. Jose llora al saber que su amor platónico lo odia:
--yo no hice nada... yo no tengo la culpa de nada...
Sara por su lado está feliz porque al fin conocerá a su amado Guillermo. No imagina la indiferencia con la que él prepara su boda, como un negocio más.