Capitulo 61

Mientras Sebastián llora deshecho por Jose y por la amenaza de su esposa, a solas, Mario le cuenta a Jose que Sebastián tiene a otro.
--No te va a perdonar... Lo siento..
Jose abraza a su hermano. Llora.
--¡¡sin él me muero¡
--Piensa en mi, en Sara...
Mario acaricia a su hermano con dulzura:
--piensa en tu hermana, ¿a poco crees que no sé que esta idea de ser novios es porque quieres que nos enamoremos...?
--me gustaría que fueran novios, no que lo fingieran.
Aunque sabe que no pasará para hacerlo contento dice:
--me la quiero llevar a México y aseguro que algo pasa pero si tú no estás bien pues no se podrá... En México la podría enamorar pero me tienes que ayudar...
La posibilidad de que sus hermanos se enamoren animan a Jose.
--¡¡estaré bien¡¡ ¡¡seguro¡¡
El chico asegura a sus dos hermanos que estará bien. A solas con Mario Sara le pregunta:
--¿qué le dijiste para animarlo?
Mario le guiña el ojo:
--cosas de hermanos... pero él quiere que vengas a México conmigo... Nada le hará mejor...
--pero...
--Mi primo viene a pasar unos días con alguno de sus hijos, se quedará con él.
--No sé si esto me ayudará con Guillermo...
--es lo único que se puede hacer y sino ayuda a Jose, la esperanza de que nos enamoremos lo tiene en pie...
--¿y cuando no pase?
--ya estará mejor...
Mario es muy seductor lo que pone nerviosa a Sara.

Las revistas del corazón están al rojo vivo, el romance de Sara con Mario ocupa casi todas las portadas, comparten protagonismo con Sebastián como amante de Jose, Sebastián que nunca había salido en ese tipo de prensa... El torero se siente morir. No sale de su casa.


Sara y Mario llegan al México en el auto ella deja claro:
--no vuelvas a aprovecharte o esto se acaba...
Él la mira pícaro y dice:
--no habrá un beso hasta que tu quieras...
--¡eso no pasará nunca¡
Ella se adelanta, él la mira excitado:
--eso ya lo veremos...
La pareja es conducida a una suite en la que sólo hay una cama y una pequeña habitación con dos cunas para los hijos de Sara. Cuando están a solas y después de acostar a los pequeños ella le reprocha:
--¡¡Porqué tenemos que compartir habitación?¡
--¡porqué estamos enamorados¡ --dice burlón.
Ella está nerviosa por estar a solas con él. Pícaro él le dice:
--¿qué ocurre?¿es que tienes miedo que pase algo?
--¡¡No... claro que no¡
Señala la cama:
--¡¡sólo a una cama¡
Él le guiña el ojo:
--podemos dormir juntos sin que pase nada...
--¡¡ni hablar... tú duermes en ese sofá¡ --dice señalándolo.
--Está bien... me daré una ducha...
Al rato Mario sale totalmente desnudo y mojado. Sara lo mira con deseo y vergüenza.
--¿qué es esto?
Él sonríe pícaro:
--¿a poco no te gusto?
Sara lo bofetea:
--¡¡eres un cerdo¡ ¡¡yo me voy¡¡
Mario la estrecha contra su pecho. La hace sentir su arma sexual creciente. Ella tiembla:
--¡venga, que somos adultos, nos podemos divertir juntos¡¡
Sara le da un rodillazo en los genitales:
--¡¡yo no soy una cualquiera... sólo he estado con 1 hombre y no estará nunca con otro por diversión¡
Muy furiosa Sara quiere irse, dolido en sus partes y cojeando, se acerca a ella:
--te juro que esto no se vuelve a repetir, que seré un santo... dame una ultima oportunidad... Estoy seguro que ni Guillermo ni Rosaura permitirán que sigamos juntos...
--¡¡está bien pero yo duermo en el suelo... no me fío de ti¡
Él sonríe:
--la cama es grande
--¡¡prefiero dormir en el suelo pero bajo llave y no al alcance de un cerdo¡
Sara se encierra en el cuarto pequeño. Él sonríe. Es la primera vez que una mujer la rechaza y eso le gusta.

3 meses después...Mario visita a Rosaura.
--¿tú?
--vengo a ver a mi hija...
--queda con mi madre...
Él entra. Ve fotos del vestido de novia. LLora.
-- te casas como siempre quisiste, parecerás una reina...
Los dos se miran llorosos, se dejan llevar por los recuerdos y se abrazan. Mario acerca sus labios a los de ella.
Mario y Rosaura están abrazados y él la quiere besar pero ella lo empuja.
--¡¡aun me amas.... lo sentí¡
--¡¡eres el padre de mi hija y siempre sentiré algo especial por ti pero no amor¡
--¡¡mentira¡
Él trata de abrazarla pero ella lo rechaza:
--¡¡te traeré a la niña, llévatela ya si quieres¡
Mario se arrodilla ante ella:
--¡¡no te cases... no te cases¡
--¡¡tú tienes novia¡
Mario se levanta:
--¡¡todo es mentira, era para darte celos... deja a Guillermo... yo te amo a ti...¡
Rosaura lo mira con pena, es entonces cuando Mario se da cuenta que ya todo está perdido.
--espera a la niña...
Mario se queda solo con un nudo en la garganta.

Por su lado Sara va a visitar a Guillermo con sus hijos. El chico se emociona porque hace mucho que no los veía.
-¡que grandes están¡
Mira a Sara:
--gracias... ¿Puedo verlos cuando quieras?
--Si.
Él se descuida y ella trata de besarlo pero él la rechaza.
--¡¡No, si este es el precio es demasiado alto¡
Sara, deshecha, le deja los niños un rato y se va a dar una vuelta. Sufre al verlo jugar tan cariñoso y saberlo de otra. No quiere hacerle daño, no puede seguir negándole a los niños pero le duele muy a dentro que se case con otra...

Es ya de noche cuando Guillermo llega a su casa. Se sorprende al encontrar a Mario. Furioso y bebido.
--¡he intentado todo para que te separes de mi mujer pero esto lo vamos a arreglar de hombre a hombre¡
Mario le da un puñetazo a Guillermo que éste esquiva. El conde está excitado por los movimientos genitales del torero. Ya no puede más. Lo besa. Es algo que a Mario le toma de improviso:
--¿¿qué haces?
Guillermo ya no puede callar más:
--¡quiero que me hagas el amor¡ ¡¡acuéstate conmigo y no me caso¡
Mario hubiera esperado cualquier cosa menos eso. Guillermo lo besa y Mario llevado por los tragos, el deseo, la venganza… ambos suben a la habitación y fornican como bestias.