lunes, 18 de octubre de 2010

Capitulo 25


Alex lo va a besar pero Mariano lo bofetea:
--¡¡gratis no y ahora ya no soy puto¡
A Álex le duele pensar que antes lo besó por dinero:
--tu hija necesita un padre y una madre y a falta de madre ¿porqué no dos padres...? A mí me gustaría serlo...
Con mucho odio Mariano le dice:
--¡¡mantente alejado de mí y de mi hija¡
--no sé si pueda... --cariñoso.
Mariano lo mira amenazante:
--¡por tu bien espero que puedas¡¡
Para tratar de cambiar de tema Álex le pregunta:
--¿porqué le has hecho creer a tu hija que somos familia de su madre?
--Porqué me da demasiada vergüenza ser hijo bastardo y así mi hija sentirá que tiene una familia.
--¿y si te pregunta más?
Mariano está muy nervioso. Entra en el auto.
--¡¡vamos ya¡
Álex sonríe porque Mariano se ha sentado en el lado del acompañante. Álex entra, lo mira. Mariano tiembla porque ese hombre le mueve todo. Molesto Mariano le dice:
--¿¿que me miras? ¡¡es para no molestar a mi hija¡
Álex mira a Mariano:
--así el viaje me será más agradable...
Los dos siguen con el viaje, el uno al lado del otro. Álex a veces lo descubre mirándolo y sonríe. Está seguro que no lo odia tanto como Mariano quiere hacerle creer, piensa que tal vez ahora sí pueda hacer feliz a Mariano. Mariano tiene una gran herida por dentro, ama a ese hombre pero no le perdona que lo dejara y aunque lo ama está decidido a destruirlo aunque se destruya a así mismo.
--Nada será peor de lo que ya viví --dice para sí con amargura.
Álex conduce feliz, no imagina que Mariano está planeando una venganza en su contra.


El coche conducido por Álex entra en la finca de Ronda al amanecer. Álex está muy cansado, aunque la presencia de Mariano lo anima. Mariano está dormido. Álex lo mira con dulzura.
--parece un ángel... no puedo creer que haya llevado una vida tan dura.
Le da horror pensar en la vida que ha llevado. No se saca de la cabeza que ha sido culpa de él. Le acaricia sus cabellos:
--debí saber que eras tú el hombre que me podía hacer feliz, no debí destruir tu vida.
Mariano se despierta sobresaltado. Los dos se miran a los ojos, desean besarse. Mariano se muestra frío:
--¿¿qué pasó?
--ya llegamos...
Mariano despierta a su hija:
--mi vida... ya llegamos...
Álex aparca junto a la casa. Sale del auto, saca las maletas. Mariano ayuda a su mediodormida hija a bajar. Padre e hija están muy sorprendidos por el lujo que hay a su alrededor. Mariano se acerca a Álex, al oído le dice:
--No creo que ese señor quiera meterme en una casa tan elegante... a no ser que sea como un empleado...
Álex le sonríe:
--Mi primo nos espera, te va a tratar como a un hermano... te lo aseguro...
En seguida salen muchos empleados que se hacen cargo de las maletas. Pepa, la sirvienta de confianza de Jose, los recibe.
--bienvenida, lo estábamos esperando, señor...
A Mariano le sorprende ver que lo tratan como si fuera alguien importante. Nunca la habían tratado así... Teresita entra contenta, en medio de su padre y su nuevo amigo, los agarra de la mano a los dos. Jose los está esperando nervioso. Álex se acerca a él. Lo abraza.
--aquí está Mariano...
Mariano le sonríe:
--buenas...
No sabe bien como debe tratarlo. Jose se siente incómodo pero la sonrisa que ve en los ojos de Álex hace que esté contento de lo que hace. Teresita mira al hermano de la condesa con curiosidad:
--¿y tú qué eres de mi mamá?
Jose mira a Álex sorprendido. Éste salva la situación:
--él es tu tío...
Teresita le sonríe contenta. Pepa se acerca a la niña:
--ven, vamos a tu cuarto...
Mariano quiere ir con ella, Álex lo agarra de la mano:
--espera, tu hija estará bien...
Mariano y Jose frente a frente. Mariano es el hombre más guapo que Jose ha visto en su vida y eso hace que le ponga nervioso pero Jose ama a Álex y Álex a Mariano, Jose prefiere olvidar ese bello cuerpo aunque le cuesta hablar con alguien tan guapo.
--bueno, supongo que ya sabes que...
--si, que tu hermana es mi hermana --Mariano.
--Supongo que ya mi primo te habrá dicho que seas discreto... No me interesa que se sepa que existes.
Mariano mira a los dos primos con dureza:
--Álex no me dijo eso.
--no es por nada malo, no tiene caso perjudicar a tu hermana --Álex.
--Tampoco es para siempre... es que quiero que Sara sepa lo que pasa por mi, ahora está de luna de miel. No sé cómo decírselo. Te daré lo que pidas pero no hables con la prensa... Sara aún no sabe de ti... No pienso tener retenido pero no me interesaría que hablaras con la prensa hasta que yo hable con ella --Jose.
--si tranquilo, a mí tampoco me interesa que se hable de mi pasado... Y hablando de tu hermana... a ti no te quiere ¿no...?
--si claro, nos criamos juntos...
--te ha alejado de su vida...
--bueno, es que yo no sirvo para estar entre la gente esa de la nobleza...
Mariano sonríe al hermano de su hermana. Álex se queda tranquilo al ver que se han caído bien.
--nos llevaremos bien...
Álex se ha mantenido al margen. Mariano lo mira y le pregunta:
--¿tu vives aqui...?
--no...
--¡pues vete...¡ --Mariano con una brusquedad que sorprende a Jose y lastima a Álex.
Jose mira a Álex triste, éste se queda en un rincón. No se quiere ir.
--Estoy muy cansado... Me quiero acostar... --Mariano.
--si claro... si quieres te muestro la casa... Espero que te sientas como en tu casa, cualquier cosa que necesite tu hija... --Jose.
Mariano se ha apartado de Álex, él se mete:
--yo me encargaré que te instales, de buscar una escuela para tu hija...
Mariano lo corta:
--¡no, yo creo que Jose podrá encargarse de ello¡
--bueno... él conoce mejor este pueblo... --Jose.
Con altanería, Mariano dice:
--pues hablarlo vosotros... yo a Álex no lo quiero ni ver...
Mariano sube las escaleras, Álex mira a su primo triste.
--No parece agradecido...
Álex lo mira como se va por las escaleras, Mariano lo mira de reojo. Vibra. Con tristeza, Álex dice a su primo:
--me odia, le destruí la vida...
--¿y entonces?
--sólo me interesa que sea feliz... nunca olvidaré este favor que me haces... cuidalo...
Se abrazan. Jose acompaña a Álex hasta la puerta. Mariano desde las escaleras lo mira irse. Se recrimina sus pensamientos:
--No debes amarlo, debes odiarlo.

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