lunes, 25 de octubre de 2010

Capitulo 49






Estar tocando a un hombre tan guapo como Sebastián que además le ofrece una increíble vista de sus genitales tiene a Jose a cien mil. Quisiera no separarse nunca del torero.
--¿me sueltas la mano? --dice Sebastián muy simpático.
El torero tiene totalmente enamorado a Jose. No sabe qué gusta más si su sonrisa seductora o sus genitales.
--¿te molesto? busco a mi hermano, ya me voy...
--no tranquilo, no vas a ver nada que no vieras antes...
A Jose le excita la naturalidad con la que Sebastián se desnuda. Le gusta que no le da importancia a su desnudez y que permita que viva uno de los mejores momentos de su vida. Nunca lo había visto, ese torero era totalmente desconocido para él. Jamás oyó hablar de él pero la verdad es que es un hombre muy guapo, ningún hombre tan guapo le había dejado verlo desnudo tanto tiempo...
--¿te gusta el toreo?
Excitado por la desnudez del guapísimo torero y no mide sus palabras:
--me gustan más los toreros...
Luego se arrepiente, tiene miedo que Sebastián se enfade con él pero el torero que empieza a vestirse con ropa de calle se muestra muy sonriente en todo momento.
--así que tú te has fijado más en mi rotura... ¿no?
Jose agacha la cabeza tímido:
--bueno yo...
--no pasa nada... aunque creo que le das demasiada importancia al desnudo... ¿qué tiene de especial ver un hombre en bolas? todos tenemos lo mismo ¿no?
--bueno en realidad... yo...
Sebastián se pone un boxer. Aunque igual excita a Jose ya no está tan cachondo:
--¿no te gusta hablar de estos temas?
--es que no quiero que pienses que soy un depravado...
Sebastián le guiña el ojo, Jose se derrite.
--tranquilo, no pienso eso.
A Jose le gusta mucho ver como un hombre se abrocha los pantalones y se sube la cremallera:
--lo que pasa es que estoy solo, si supieras el tiempo que hace que no estoy con un hombre...
--¿y eso?¿y es que no tienes claro que eres gay?
--¡¡sí, sí¡ ¡¡lo que pasa es que estar con un hombre que no me gusta me hace sentir mal y espero uno que me guste de veras...
--¿te aparece cenar conmigo...?
Jose lo mira con el rostro desencajado por la sorpresa:
--¿¿¡qué?
Sebastián le toca el brazo divertido:
--he dicho cenar, como amigos. Nada más.
--¡¡si claro...¡
Jose está que salta de una pierna. No puede creer que vaya a estar a solas con ese hombre tan guapo que ha dejado deleitarse con su cuerpo sin problemas. Por su cabeza pasan mil cosas que le gustaría que sucedieran esa noche. Sabe que ninguna de ellas va a pasar pero ya por estar a solas un rato con un hombre guapo que no esté ligado a su familia ya es feliz. Mario se acerca a ellos.
--hola, te buscaba...
Mario y Sebastián se abrazan. Sebastián mira a Jose:
--hasta luego...
Mario mira a su hermano:
--¿qué pasa con Sebastián?
Su mirada lo delata.
--nada...
Mario le pone la mano en los hombros.
--a mí no me puedes engañar... Me he dado cuenta como mirabas a Sebastián por su accidente...
Jose se pone a la defensiva:
--¡¡no tiene nada de malo mirar¡
Mario acaricia a su hermano con cariño:
--es verdad pero es que no quiero que sufras, que te hagan daño...
Aunque trata de fingir, Jose no puede evitar demostrar lo mucho que le gusta ese torero que recién conoce:
--¿y porqué debería hacerme daño?
--él no es gay, tiene novia... ¿lo sabías no?
Jose estaba seguro que el torero le estaba prohibido pero se había hecho muchas ilusiones y aunque sabía que quedarían en sueños pues le duele que se le rompe.
--lo siento... No quiero que te lastimen, si quieres amar a un hombre busca uno que sea como tú...
--¿y qué culpa tengo yo que siempre me gusten los que tengan novia?
--¿qué esperas de la vida? –Mario fraternal.
--vivir, eso espero y disfrutar de pequeños momentos como el de ahora con Sebastián... No voy a sufrir porque sé que no es para mí...
Las palabras de Jose esconden un gran dolor, una gran amargura y una gran frustración porque una vez más no podrá amar al hombre que le gusta. Mario mira a su hermano con compasión. Se van los dos juntos.
--ojala seas feliz y encuentres lo que buscas. --Mario .
--Sé que no te gustaría que tuviera novio...
--Aunque se me hace raro yo te respecto como eres, sólo quiero que seas feliz...
Los dos hermanos siguen el trayecto en silencio, Jose no hace más que pensar en Sebastián, en su cuerpo desnudo, en su mirada, en su propuesta.
--¡¡no es una cita, no es una cita¡ --no hace más que repetirse.
No puede evitar igual que su corazón late con prisa pensando en él:
--¿¡qué es lo que quiere?¿jugar conmigo? --piensa para sí.
Un hombre al que no le importa que se ponga cachondo con su desnudez y que ha sido tan amable:
--No, imposible... Seguro que le doy pena por eso se desnudó ante mí y me invitó a cenar...
Aunque no es compasión lo que quiere despertar en Sebastián algo es algo.

Mario llega a su casa. Rosaura lo recibe con los brazos abiertos. El matrimonio se besa, se dice lo mucho que se ama. Hace el amor. Por su lado, Jose asiste más que puntual a su encuentro con Sebastián. Éste se retrasa.
--¡¡no va a venir... no va a venir¡ Era demasiado bonito para ser verdad.
Aunque sabía que no iba a pasar lo que él desearía que pasara le duele que lo haya dejado plantado:
--sólo se estaba burlando de mí... solo eso...
No puede evitar que algunas lágrimas deslicen por sus mejillas. De repente oye un claxon.
--que pasa, ¿lloras cada vez que alguien se retrasa?
Es la voz sensual de Sebastián con la mirada seductora.
--ven sube...
Jose cree que estás soñando. Se sienta a su lado. Tan juntos. Se estremece al sentir. Lo mira como si fuera un sueño.
--creí que no ibas a venir...
--¿y tanto te dolería que no hubiera venido?
--si --dice tímido.
--¿tanto te importo si recién me conoces?
--bueno tal vez sea mi soledad...
Sebastián es muy amable con él:
--tal vez, esta noche lo averiguaremos...
Sebastián se muestra muy seductor, Jose está nervioso.
--a que restaurante vamos --pregunta por decir algo.
Sebastián le guiña el ojo:
--vamos a mi apartamento... ¿te molesta?
Jose está en shock. Se muestra tenso en toda la cena. En un momento dado Sebastián le acaricia de la mano. Jose casi se desmaya. Muy coqueto el torero le pregunta:
--¿te molesta estar a solas conmigo?¿que te toque?
Al borde del infarto, Jose hace que no con la cabeza. Sebastián pega su silla a la de él.
--¿porque crees que te he invitado yo...?
La cercanía de Sebastián lo abrasa, necesita explotar. Está muy nervioso. Sebastián acerca sus labios a los de él:
--te diré algo... nadie lo sabe ni debe saberlo... soy bi...
--¿¿como? tienes novia ¿no?
--si pero eso no quita que me gusta divertirme con hombres...
Sebastián besa a Jose que no puede creer que esto le haya pasado a él. Jamás un hombre lo había besado. Está seguro que es un sueño y que despertará en cualquier momento.

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