lunes, 25 de octubre de 2010

Capitulo 43


Mario y Jose están juntos.
--no seas tonto... --dice Mario con cariño abrazándolo-- yo siempre quise tener un hermano pero debes entender que las cosas no nos la pusimos fáciles ninguno de los dos... Pero espero que ahora podamos conocernos... Ser amigos al igual que tú y mi primo...
--nada me gustaría más, que podamos estar los 3 juntos...
Mario se pone tenso:
--eso no será posible y lo sabes...
--si perdona... me olvidé... Será una pena que nunca pueda reunir a mi familia...
Mario le da un cachete en la mejilla con mucho cariño:
--pero nos podremos vernos siempre que queramos cuando pase esto me gustará que me vengas a ver torear...
--No sé... es que me da cosa...
--si ya sé que no te gusta, pero es mi profesión...
--Además me daría miedo que te volviera a pasar algo...
Mario le sonríe:
--te juzgué injustamente, estabas en todo tu derecho de ver torear a tu hermano.
Mario abraza por los hombros a su hermano:
--ven, vamos a ver a mi hija.
Los dos hermanos están muy contentos.

Es al atardecer. Jose se queda en un hotel. Recibe la visita de Guillermo.
--¿¿qué haces aquí?
Guillermo se muestra cariñoso con su cuñado. Lo abraza efusivamente.
--Sara me contó que te operan y no quise dejarte solo.
--Pero no será peligroso?¿y si te reconocen?
--No pasará nada…
Guillermo le guiña el ojo. Es muy coqueto. Es algo que sorprende a Jose. Le gusta que un guapo sea así con él pero es el esposo de su hermana y nunca se ha portado bien con él. Guillermo mira la cama.
--menos mal que es grande… dormiremos juntos… --dice Guillermo mientras se desabrocha la camisa.
Jose mira a Guillermo como se desnuda tragando saliva. Le gusta lo que ve. Sin ningún poder y para sorpresa de Jose, Guillermo se baja los pantalones y los calzoncillos. A Guillermo le divierta el deseo de Jose.





Aunque no quiere mirar, Jose no puede evitar que sus ojos se claven en los genitales de su cuñado y eso lo hace sentir mal. Guillermo le sonríe como si no se diera cuenta de nada. Se le acerca. le pone la mano en los hombros. Jose está en shock.
--me voy a duchar…
El desnudo Guillermo le guiña el ojo a Jose que casi se desmaya al verlo caminar desnudo. Ya en la ducha, Guillermo lo llama.
--¡traeme toallas¡
Jose entra tímido. Le encanta lo que ve, Guillermo desnudo y mojado. Su pantalón se ha abultado mucho y Guillermo lo sabe.
--Acostarme con este tonto será más fácil de lo que parece y dejarlo en la ruina también –dice para sí.
Jose no se anima a acercarse.
--Pasa, que no muerdo --Guillermo cariñoso.
A Jose le sorprende la actitud de Guillermo, parece que le guste provocarlo. Mostrándose desnudo ya que los cristales de la ducha están abiertos. Jose quiere irse pero Guillermo le va hablando para obligarlo a verlo desnudo, a ver cómo se ducha, a ver como se seca. El pantalón de Jose está apunto de reventar.


Mientras, Mario y Rosaura están en la habitación de la pequeña, pendientes de ella.
--vete a descansar... no tiene caso que nos quedemos los dos... --le dice ella.
--no podría descansar, yo quiero quedarme aquí...
Miran a la pequeña con angustia:
--¿crees que se va a salvar? --ella.
Él la abraza:
--estoy seguro de eso...
La pareja se mira con mucho amor, se aman. Desean estar juntos pero ahora el amor está en segundo plano aunque se sienten muy refugiado el uno en el otro.
--Yo me sentiría más tranquilo si esta noche la pasaras con tu hermano. ¿no sabes si está bien?
--Se queda en un hotel. Todo está bien.
--¿y si pasa algo?¿y si no llega?
--todo va a salir bien... mi hermano va a cumplir, te lo aseguro. Nuestra hija se va a salvar.
Los dos están muy cansados. Se tumban juntos en el sofá que hay en la habitación frente a la cunita. Así el uno en brazos del otro reviven su amor mientras velan el sueño de la pequeña.

Guillermo y Jose cenan. Más bien Guillermo porque Jose está muy nervioso por la belleza y el encanto de su cuñado. Guillermo en bóxers. Le va pidiendo cosas a Jose para así tocarle la mano y sofocarlo. Luego se baja el bóxers para meterse en la cama. Jose ya no puede más.
--¡Vas a dormir conmigo desnudo¡?
Guillermo sonríe y divertido dice:
--Tranquilo, que no te haré nada…
Jose quisiera decirle que no duerma con él o que se vista pero no se atreve, le da demasiada vergüenza decirle que está cachondo pero el pijama abultado no da lugar a dudas. Guillermo no quiere seducirlo por si los descubrieran o algo saliera mal echarle la culpa a Jose. No esperaba que Jose no cayera en sus redes. Jose se hace el dormido y como si fuera accidental, Guillermo lo abraza, le hace sentir sus genitales. Jose se muere de deseo pero no hace nada.
--¡¡¿qué le pasa a este tipo? ¡¿¿es tonto o qué? –dice Guillermo para sí que no esperaba que Jose se le resistiera.
Guillermo no quiere ser descarado y se duerme frustrado porque ha perdido la mejor oportunidad de seducir a Jose.

Al día siguiente, Jose y Guillermo llegan juntos a la clínica. Jose pregunta en recepción. En eso que se acerca Mario. Guillermo lo mira, su dolor la conmueve. Le intriga pensar en la historia que debe esconderse detrás de ese dolor. Le sorprende saber que es el hermano de Jose. Guillermo y Mario se dan la mano. Guillermo está excitado. Mario mira a Guillermo no muy contento de conocer al que cree novio de su hermano
Rosaura sale al pasillo. Está muy alterada. Busca a su esposo.
--¡el doctor quiere vernos¡
Mario va con su esposa. Jose se va con Guillermo que está como ausente. Le duele que Mario no lo haya ni mirado aunque por otro lado no deja de sonreír pensando en él.

Al cabo de un rato, Jose está ya en una camilla. Se lo llevan. Está solo y algo asustado. Ver a Mario lo tranquiliza. El torero toma de la mano a su hermano:
--todo va a salir bien...
Con un hilo de voz, Jose dice:
--a mi sólo me importa tu hija, si me pasara algo moriría feliz si tu hija se salva...
Mario acaricia la cabeza de su hermano conmocionado:
--no te vas a morir...
Lo besa en la frente:
--que sepas que te quiero hermano y que me faltará vida para agradecerte todo lo que haces por mi...
Jose le sonríe. Los camilleros separan a los dos hermanos. Mario lo ve desaparecer con angustia. Besa un crucifijo que lleva:
--pongo su vida y la de mi hija en tus manos...
Luego, con un gran dolor se pierde entre los pasillos. Mientras Guillermo se ha quedado mirando a Mario. No sabe bien porque pero el torero le despierta una ternura especial. Le gustaría saber qué piensa, hablar de su dolor. consolarlo. Rosaura corre hacia Mario gritando:
--¡¡mi amor¡
Rosaura abraza a Mario . Éste por un lado está contento de tener de nuevo el amor de su amada, pero del otro lado le duele que sea la enfermedad de su hija lo que los ha unido.
--¡¡se llevan a nuestra niña¡
Rosaura está muy angustiada. Mario la acaricia, la abraza con dulzura:
--todo está bien... ya mi hermano está con el doctor... la operación va a empezar en breve...
Rosaura mira a su esposo con el rostro desencajado por el dolor:
--¡¡prométeme que todo va a salir bien...¡
La mujer está muy desesperada y aunque él tiene los mismos miedos que ella Mario la anima en todo momento:
--claro que va a salir bien... ese no lo pongas en duda...
Rosaura está fundida en los brazos de su esposo. Guillermo los observa con celos. Le gusta Mario.




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