lunes, 25 de octubre de 2010

Capitulo 33



Álex le suplica a su padre que deje a Mariano pero éste se lo está pasando muy bien.
En ese momento suena al timbre. Álex se sobresalta:
--¡¡no le abras¡¡
Ramón abre. Entra Mariano.
--¡¡vaya, que sorpresa...¡¡ --dice Mariano con ironía mirando a Álex.
Ramón mira a su hijo:
--vete...
Mariano abraza a Ramón:
--si tu hijo quiere mirar pues que mire... --dice seductor.
Los amantes se besan apasionadamente. Álex los mira con asco... Agarra del brazo a Mariano:
--¡¡tu y yo tenemos que hablar¡¡
--¡¡no quiero, he venido para echar un polvo con tu padre...¡¡
--¡¡pues hoy te quedas con las ganas¡
Mariano se pone furioso. Ramón se mete, Álex empuja a su padre, lo tira al piso. Luego agarra los genitales a Mariano que grita como un loco. No suelta esos genitales hasta que lo mete en el ascensor.
--¡Estas loco, es mi herramienta de trabajo¡ --se queja Mariano tocándose la entrepierna con dolor.
--¡Si no llevaras estos pantalones tan ajustados no pasaría nada¡
Bajan un poco y Álex para, se pone delante del botón, así Mariano queda encerrado con él. Mariano no hace más que insultarlo.
--¡¡ahora vamos a hablar¡¡
Mariano tiembla de deseo al estar cerca de ese hombre, desearía abrazarlo y decirle todo lo que lo ama.
--¿hasta cuando vas a seguir con este juego?¿cuando vas a reconocer que te pasan cosas conmigo¡¡
--¡¡antes muerto¡¡ --Mariano con odio.
Álex trata de acariciarlo y Mariano lo bofetea. Álex es más rápido que Mariano y cubre sus genitales viendo que Mariano quiere dirigir su rodilla hacia esa muy bella pero sensible parte.
--¿¿¡que haces con mi padre...?? él solo se divierte contigo...
Mariano se hace el seductor, un papel que a Álex le repugna:
--¡¡y yo con él¡¡
Álex se desespera:
--¡¡pues que sepas que aunque te acuestes mil años con mi padre yo te seguiré queriendo, yo te seguiré esperando¡¡
Se hace un silencio, Mariano siente que el corazón le va a estallar en el pecho. Álex está muy triste y Mariano desea abrazarlo y besarlo y decirle que lo ama pero sigue lastimándolo. Muy hiriente dice:
--¿¿quieres estar conmigo aunque me tengas que compartir con tu padre...? él no me va a dejar y yo tampoco... está feliz de tener un puto gratis para él solo...
Álex aprieta el botón para que el ascensor siga bajando. Muy triste y con lágrimas en los ojos él dice:
--cuando se te pase tu odio pues me vienes a buscar, yo te estaré esperando.
Álex aprieta el piso siguiente y se baja. Deja a Mariano solo. Mariano llora pero no se lo piensa. Para el ascensor y marca para subir arriba. Por unos segundos la mirada de los exnovios se cruzan y atraviesan el alma del otro. Hay mucho dolor. Álex no puede creer que Mariano vaya a estar con su padre pese a lo que él le dijo. Pese a que está roto por dentro y para sorpresa de Ramón, Mariano llega a casa de él. Álex tras la puerta escucha el coito unos segundos, luego se va sintiendo como un puñal ardiente se le clava en el pecho y lo atraviesa.
































Mariano se encierra en su habitación. Empieza a desnudarse. Llora. Estar con Ramón le hace sentir sucio, despreciable y a la vez hace que odia aún más a Álex. Se saca toda la ropa con violencia. Bajo la ducha se relaja. Jose toca a su puerta.
--¡Mariano, estás bien¡ ¿puedo pasar?
Mariano, bajo el agua, sonríe pícaro. Apaga el grifo.
--si, pasa… --dice saliendo del baño sin cubrirse ni secarse.
Ver a Mariano totalmente desnudo y mojado es un fuerte impacto para Jose. Mariano no quiere ser él quien lo seduzcas pero si Jose da el paso… Sería la mejor manera de lastimar a Álex. A Jose le encanta lo que ve pero nunca estaría con el mismo hombre que ama Álex y menos por venganza o despecho.
--mejor me voy… --dice Jose dándose la vuelta.
Mariano le suplica.
--No, por favor. Necesito hablar contigo.
Jose está muy sofocado.
--pero almenos cúbrete.
Álex es muy sensual.
--¿porqué? somos hermanos…
--No lo somos¿¿qué es lo que pretendes? –Jose molesto.
Mariano sabe que no le costaría nada acostarse con Jose pero no quiere lastimarlo. Se da la vuelta, permitiendo a Jose verle el trasero desnudo. Se cubre con una toalla.
--perdón… no pensé que te molestara verme desnudo. Acompáñame… me voy a afeitar…
Verlo sólo con el torso descubierto no es que lo calme mucho pero no dice nada, se queda a su lado viendo como se afeita. Mariano en todo momento lo trata con cariño de hermano pero si Jose cayera en la tentación tampoco le diría que no porque mataría a Álex.


Meses después Rosaura está en la sala de partos. Ahí está Mario con ella viendo el milagro de la vida. Asistiendo al nacimiento de su hija. Los dos lloran de emoción.
--te amo --dice él entre lágrimas.
Rosaura está feliz en la habitación al ver a su esposo con su pequeña hija, Alba, en brazos.
--porqué no lo intentamos...? Por nuestra hija...
Mario la mira sorprendido:
--¿hablas en serio?
--es la última oportunidad...
Mario llora de felicidad, le entrega a su hija a su esposa. Está feliz con sus dos mujeres:
--no te vas a arrepentir... te haré la mujer más feliz...
Dos días después, la pareja sale junta del hospital. Presenta a su hija a la prensa y anuncia entre la expectación su reconciliación.



Mientras en Ronda, Jose está viendo la televisión. Es una imagen de la salida de Mario y Rosaura del hospital. A Jose le alegra ver a su hermano tan feliz. Para la imagen en un primer plano de la niña.
--Mi sobrina... Es mi sobrina...
La acaricia desde la pantalla:
--nunca te conoceré...
Álex ha entrado en la casa, como siempre los sirvientes lo dejan pasar como si estuviera en su casa. La puerta de la recámara de su primo está abierta y ve su pena por no conocer a su sobrina. No quiere que Jose siente que invade su intimidad. Toca a la puerta como si no hubiera visto nada. Jose apaga la tele.
--pasa...
Los dos primos se sonríen. Se abrazan.
--¿cómo va?
--bien...
Jose está triste.
--¿qué te pasa? --Álex cariñoso.
--¿y Mario ?
--tu hermano está muy bien y la niña es preciosa...
Jose se emociona:
--¿la conoces?
--No, la verdad es que las cosas con Mario no quedaron bien y ahora que él está feliz con Rosaura pues tengo miedo de crearles un conflicto...
--si tú no te hablas con él... pues imagina yo... Nunca conoceré a mi sobrina...
Las lágrimas de Jose conmueven a Álex:
--yo creo que si Mario sabe cómo te sientes...
Muy dolido Jose dice:
--después de cómo me trató ¡No¡
Álex le pone la mano en sus hombros. Lo mira fraternalmente:
--le guardas rencor...?
--No claro que no pero no puedo evitar sentir miedo. No quiero estropear las cosas. No quiero que me vuelva a humillar...
--¿y entonces?
--Pues me aguantaré y me moriré de la pena, esperaré a que él eche de menos a su hermano y se acuerde de mi pero creo que eso nunca va a pasar...
Álex le pone la mano en los hombros fraternalmente:
--yo estoy seguro que ahora que es tan feliz olvidará el rencor...
--eso espero...
--aunque si consigo una foto de la niña antes que salga en la revista ya te la paso...
--gracias...
Mariano entra sin tocar.
--Jose...
Se sorprende al encontrar a Álex. Álex sonríe. Suspira enamorado. Mariano tiembla al verlo pero como siempre es duro:
--¡vaya, se te ha metido un animal en casa¡ ¡¡No creí que tuvieras un cerdo como mascota¡¡
Mariano habla con mucho odio. Apuñalado por los celos Álex dice:
--¡¡¿qué raro que no te estás revolcando en la cama con mi padre como una fiera salvaje?¡
Mariano lo mira desafiante. Todos los días se reune con Ramón. Nunca había estado tanto tiempo con un sólo hombre. Le repugna cada vez que Ramón lo mira pero se da cuenta que lastima mucho a Álex y eso le da fuerzas para seguir adelante.
--si ahora voy... es que tu padre es un hombre fascinante... En la cama nunca me han hecho tan feliz y eso que han sido miles los hombres con lo que me he acostado...
Álex se lleva las manos a la cabeza desespera. Agarra del brazo a Mariano:
--¡¡¿hasta cuándo vas a seguir con este juego?¡

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