Álex sonríe, acaricia a Mariano con cariño:
--yo sé que no, que lo que has hecho ha sido para lastimarme pero ya te has vengado ahora podemos ser felices... Piensa en tu hija, podemos irnos los 3 juntos a otro país donde nadie te conozca. No me gusta que tu niña esté encerrada. Ya que no tiene madre tu hija puede tener dos padres. Yo puede ser el otro padre que tu hija necesita...
Álex sonríe mucho, es muy dulce y la piel de Mariano, su alma grita que sí, que él también quiere eso.
--¿qué me dices, nos olvidamos de todo y comenzamos una nueva vida tú y yo con tu niña?
Pero el rencor es mucho más fuerte que cualquier otro sentimiento. Lo bofetea:
--¡¡te odio, tú me hiciste un gran daño y es que por ti me di cuenta que soy un puto que no puede evitar abrir el culo a cualquier hombre¡
--Yo sé que eso no es cierto...
Mariano lo mira amenazante:
--¿¿qué no?¡
Álex teme de la mirada de él, es capaz de cualquier cosa. Lejos de enfadarse con Mariano trata de calmarlo para que no cometa otra locura:
--todo lo que hagas sólo servirá para sentirte tu peor, para alimentar tu auto-compasión y para hacer más grande el escándalo... ¿eso es lo que quieres tener tan mala reputación que tu hija no pueda volver contigo, que tu hermana os desprecie a ti y a Jose? Él no tiene la culpa de nada, no lo arrastres más por tu mala cabeza...
--¡¡no lo puedo evitar... soy así¡
Álex habla muy calmado lo que molesta a Mariano que trata de molestarlo.
--Nada de lo que hagas hará que me decepcione de ti...
--¡¡eso lo veremos¡
Mariano se va corriendo.
--¡¡no hagas ninguna locura¡
Álex sale tras Mariano. Lo agarra.
--¡¡Mariano, yo me estoy enamorando de ti y nada de lo que hagas hará que deje de amarte¡
--¡¡si crees que ya te he hecho sufrir bastante ya verás¡¡
--Me das miedo pero no por mi, por ti... Temo que acabes mal...
La mirada de Álex es de compasión, de ternura. Mariano es todo odio:
--¡¡tú acabaste conmigo y yo acabaré contigo¡
Álex trata de besarlo para demostrarle que aún pueden ser felices, pero Mariano lo de una patada en los genitales. Álex se queda retorciéndose de dolor, gritando. Jose corre a ayudarlo.
--¡¡ve tras Mariano... que no se vaya¡¡ ¡¡no quiero que haga una locura¡¡ ¡¡me da miedo lo que pueda hacer¡¡ --Álex.
Álex está partido por el dolor y con sus manos en los genitales. Jose lo acaricia:
--te sientes bien?
--¡¡vete... vete tras él...¡¡
Mariano es más rápido que Jose, ya está en su auto. Huye. Jose le pide a unos empleados que vayan tras Mariano. Álex sale cojeando y resoplando.
--¡¡¿¿porqué lo dejaste escapar?¡
A Jose le duele defraudar a su amado:
--No lo pude evitar, pero lo mandé seguir...
Álex se va a su auto. Aún le duele.
--espérate... no estás bien...
--¡¡No, Mariano está loco, envenenado de odio por mi y en su afán por destruirme se destruirá él y yo pienso evitarlo¡¡
--bueno, te acompaño...
--¡¡no, no hace falta¡ ¡ahora no te necesito¡
Álex le habla duro, a Jose le duele que le reproche no haber podido retener a Mariano.
Ramón recibe una visita. Ve por la mirilla que es Mariano:
--¿¿qué hace esa putita aquí?
Lo recibe desnudo. Mariano no le deja hablar. Lo besa apasionadamente. Ramón trata de separarse:
--¡Yo no soy maricón¡
Mariano sabe cómo seducir. Agarra el trasero de Ramón:
--¿no me digas que nunca has deseado que te rompan el culo? Seguro que sí… No creo que nunca se la hayas chupado a un hombre… todos tenemos un gay dentro.
Ramón se va derritiendo por las caricias de Mariano:
--Yo no…
Mariano señala el pene de Ramón que demuestra que está excitado. Mariano se arrodilla y traga el miembro viril de Ramón que nunca había gozado tanto. Ramón no pregunta. Responde con pasión.
--vamos a la cama... --jadea Ramón.
Mariano se desnuda:
--aquí está bien...
Ramón cree que está soñando pero jamás le pasó algo igual como para desaprovecharlo. Lo besa, lo soba. Mariano no puede con el asco pero finge como lo hizo durante tantos años. Se para.
--¡¡no pares¡ --jadea Ramón.
--necesito mandar un mensaje urgente... luego seguimos... ¿me dejas tu móvil?
--¡¡si... sí ahí está... rápido¡¡ --dice señalándolo.
Mientras Ramón se masturba, Mariano con el móvil de Ramón busca el número de su hijo y le manda un mensaje: ven a casa ahora, es urgente. Luego borra el mensaje enviado y se tira en brazos de Ramón. Álex ha perdido a Mariano, no sabe dónde está. Recibe un mensaje en el móvil. Desea que sea de él. Es de su padre que le pide verlo. Así que mientras Ramón y Mariano fornican, Álex se va hacia allá.
Mario va a buscar a Rosaura. Como ella no lo recibe, él la intercede cuando iba a meterse en su auto.
--¡Vete, no quiero verte¡ ¡¡Me das asco¡ --grita ella.
Mario la mira lloroso, le pone la mano en el vientre:
--no me puedes echar de tu vida llevando a mi hijo en tu seno...
--¡¡claro que puedo¡
--¡¡no me puedes apartar de mi hijo¡¡
--No lo haré pero mientras nazca no te quiero volver a ver, después ya hablaremos del régimen de visitas.
--Yo quiero compartir tu embarazo contigo, quiero ir al doctor...
--No.
Mario se arrodilla ante ella:
--si no me quieres perdonar como marido almenos deja que esté a tu lado como el padre de tu hijo...
--¡No¡
Al ver que su amada pasa de él, Mario se levanta.
--¡¡tengo mis derechos, puedo obligarte a que me tengas a tu lado en todo lo que se refiere a nuestro hijo¡¡
Rosaura para lastimarlo le dice:
--¡¡yo también puedo abortar¡¡
Aunque no es algo que piense, aunque es algo que le lastima decirle, lo hace con toda la intención de agredir a su esposo. Mario siente esa amenaza como una puñalada:
--tú nunca harías eso... --dice con el rostro desencajado por el dolor.
--¡Yo tampoco pensé que fueras gay¡
--¡no soy gay¡
--¡te odio y por odio a ti sería capaz de hacer esta locura¡
Mario llora sangre:
--No lo hagas... Mátame a mí antes... no a nuestro hijo...
Álex llega a casa de su padre. Nada más abrir oye fuerte jadeos de una pareja. Se iba a ir pero reconoce la ropa de Mariano.
--¡¡no puede ser¡¡
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