lunes, 25 de octubre de 2010

Capitulo 44


Guillermo ha seguido a ese hombre que le ha cautivado. Le sorprende la escena. Guillermo no sabría explicar exactamente qué es lo que le ha impactado de ese hombre, del hermano de su cuñado, si su belleza, su dolor, su mirada pero algo lo ha atraído hacia él. Le sorprende pensar que ese hombre de la mirada sufrida sea el padre de la sobrina de Jose. Por otro lado siente un dolor, unos celos extraño al saber que es casado, al verlo abrazado a una mujer. Guillermo mira a Mario que está abrazado a Rosaura con ciertos celos. No sabe bien porqué pero le duele que ese hombre que tanto le impactó sea el hermano de Jose aunque por otro lado no se queda con la duda, ya conoce su dolor. Es más tiene una excusa para acercarse a ellos. Así lo hace. Rosaura se sorprende al ver como ese desconocido que mira a su esposo penetrantemente se acerca a ellos. Mario lo mira y éste sonríe tímidamente. Rosaura está de espaldas al chico así que no ve la sonrisa. Mario agacha la cabeza sofocado. Mirar a ese hombre le hace sentir que está haciendo algo malo. Procura no mirarlo porque le pone nervioso. Guillermo se pega casi a Mario. Rosaura no entiende el descaro del hombre.
--¿¿qué quiere este con mi marido? –piensa.
--hola --dice Guillermo.
Mario se pone nervioso, cree que ese hombre le está coqueteando y que se va a armar un lío con Rosaura . El torero se aparta de su esposa. Rosaura siente sus nervios pero quiere creer que los nervios de su esposo son por la operación de la pequeña Alba y no por ese hombre que tienen en frente. A Mario no le gusta ese hombre, hay algo dentro de él que lo hace rechazarlo, como si supiera que va a ser perjudicial en su vida.
--hola --dice Mario tenso.
Rosaura mira a su esposo muy sorprendido al ver que conoce a ese hombre. Está muy angustiada como para preguntar nada aunque con la mirada le está diciendo a su esposo:
--¿y él quien es?
Mario en seguida dice:
--es un amigo de Jose.
--vaya, que desperdicio --dice entre dientes la mujer mirando el cuerpo de Guillermo al detalle.
Guillermo sonríe, le da un beso en la mejilla a la mujer mientras le dice:
--no esa clase de amigos... Yo no soy gay... Me llamo Guillermo.
Aunque no sabe bien porqué, a Rosaura le gusta saber que ese hombre tan guapo que tiene delante no es homosexual. A Mario no le gusta la cercanía de Guillermo. Lo siente un peligro. Muy abrazado a su esposa dice molesto:
--Ni a mi esposa ni a mi nos importa tu condición sexual.
Rosaura emplea un tono de voz más cordial que el de su esposo:
--Yo soy Rosaura... encantada...
Rosaura extiende la mano y él se la besa como todo un caballero. Aunque no está en su mejor momento, ese gesto de Guillermo se le queda clavado en el corazón a ella. Mario quiere alejar a su esposa de Guillermo:
--vamos a la capilla, mi amor...
Aunque Guillermo le hace sentir nervioso, Mario no olvida que su hija recién nacida se debate entra la vida y la muerte. Rosaura se ha fijado en Guillermo pero su hija es lo primero.
--si vamos...
La pareja no se despide de Guillermo que se queda ahí revolucionado. Mira con intensidad hacia dónde desaparece Mario.
--¡que culo tiene¡ --dice para sí-- ¿y ya se lo habrán roto?
Babea mirando el trasero de Mario.
--¡me encantaría hacerlo yo¡
Pero lo que más le sorprende es que Mario le está moviendo cosas y no sólo de cintura para abajo. Nunca un hombre le hice sentir algo de cintura para arriba y eso le desconcierta.
--¿¿qué me está pasando?
Para Guillermo los hombres sólo servían para usarlos pero aunque Mario es muy guapo no sólo quiere su cuerpo.

De rodillas Mario y Rosaura rezan en la capilla del hospital por la vida de su hija. Mario piensa también en su hermano:
--que los dos salgan bien de esto...

Mientras Guillermo camina nervioso por la sala de espera. No deja de pensar en Mario
--¿¿qué me está pasando?
Esa hombre le ha impactado mucho. Mira su cartera, en el interior hay una foto de Sara y su pequeño hijo. La mira.
--Nunca podría amar a un hombre... Mi familia es lo primero y soy feliz así.
Aunque se siente seguro que nunca un hombre le puede hacer sentir nada que no sea sexual no puede evitar que algo se le encienda dentro de su corazón cuando ve a Mario. Guillermo y Mario se miran un buen rato. Rosaura no puede evitar estar alerta. Incómodo Mario se acerca a Guillermo y le dice:
--¿aún aquí?
La tensión entre los dos guapos es más que evidente.
--así parece --dice Guillermo con una tímida sonrisa.
Aunque está deshecha por dentro, la sonrisa de Guillermo es todo un bálsamo para Rosaura. Mario siente un fuerte deseo hacia Guillermo que hace que quiera rechazarlo. Mario no quiere a Guillermo ahí. Con un tono bastante desagradable le pregunta:
--¿te vas a quedar mucho rato...?
Guillermo no se da por aludido:
--si claro, hasta que Jose no se pueda ir...
Mario ataca abiertamente a Guillermo algo que sorprende al marido de la condesa porque aunque Mario ha impactado en su corazón pues piensa que la cosa queda en eso. No entiende el mal rollo de Mario. La mujer del torero no puede evitar estar pendiente para ver si entre su marido y el conde pasa algo.
--si no son novios Jose y tú no entiendo que haces aquí... –Mario.
Guillermo usa un tono de voz cordial:
--Jose es como mi hermano...
--ah que bueno --dice Mario con sarcasmo-- pero da la casualidad que es mi hermano. Ya lo cuido yo...
--tú tienes bastante con cuidar de tu hija, quedé con Jose que lo esperaría...
--¿es cierto que eres casado y tienes un hijo? --dice Mario para cubrirse ante su esposa.
Rosaura lo mira, en el fondo siente la misma decepción que sintió él al saber que Mario es casado. Guillermo se da cuenta de los nervios del torero, sonríe. Le ilusiona aunque por otro lado sabe que es una tontería que le guste que Mario pueda estar interesado en él porque ambos están casados y el que Mario sea hermano de Jose podría complicar todo. Rosaura espera la respuesta de Guillermo con interés. Guillermo no sabe bien porque no se atreve a mirar a los ojos a Mario:
--sí, así es...
Mario sonríe victorioso. Se queda más tranquilo al saber que no es gay. Le ponía demasiado nervioso. Aunque no se ha quedado satisfecho:
--no llevas anillo.
Guillermo mira a Rosaura muy serio y dice:
--ella tampoco...
A Mario le molesta el comentario de Guillermo y más le hecho que sea verdad, que Rosaura se haya quitado la alianza de la boda. Algo que no le puede reclamar.
--si claro...
Mario agarra a su esposa.
--ven vamos... aquí el aire está muy cargado...
Mario y Guillermo se miran de reojo como si hubieran hecho algo malo. Cuando ya Guillermo no les ve, Rosaura reclama a su esposo:
--qué te pasa?
--¿¿¡de qué hablas?¡¡
Muy celosa, Rosaura dice:
--¡¡No me gusta cómo te mira...¡¡
Aunque sabe que su esposa no está del todo equivocada, Mario se defiende:
--¡¡¿¿cómo te atreves a hacerme una escena mientras que nuestra hija se está muriendo?¡ ¡Además está casado¡
El matrimonio se mira lloroso:
--¡tienes razón...¡¡ ¡¡perdóname¡
Mario y Rosaura se abrazan con angustia.









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