miércoles, 6 de octubre de 2010

Capitulo 9




Álex y Mario se besan sin saber que Ramón está aparcando su auto. Mario sin camisa, con los pantalones desabrochados y Álex desnudo.
--me tengo que ir –jadea Mario.
Álex no deja de abrazarlo, de acariciarlo.
--Gracias por todo. Gracias por venir
--Bueno, te necesitabas. Ya sabes que me gusta hacerlo contigo…
Mario no entiende porque Mario tiene cara de culpa, por dentro Álex le está diciendo que lo ama y que le duele haberlo traicionado. Mario sale por la puerta de atrás. Siente culpa cada vez que se acuesta con su primo y lo que menos desea es que nadie lo vea. No lo sabe pero así evita encontrarse con su tío y su hermano.

Ramón y Jose llegan a la casa.
--bienvenido, hijo... En esta casa nos criamos mis hermanos y yo... era de alquiler pero tu padre la compró y cuando murió nos la dejo de herencia a mi hijo y a mí...
Jose esta muy emocionado. Álex, que está sólo, al oír llegar a su padre sale de la cocina con una lata de cerveza. Desnudo, sudado por el gozoso trabajo que ha hecho y con aquello al aire y en movimiento. Jose jamás pensó que su primo ocultara algo tan grande, jamás pensó que su primo desnudo fuera tan hermoso. Ramón está satisfecho al ver que fuerte deseo de Jose. Álex mira a su padre furioso y se tapa con las dos manos sus partes íntimas:
--no te tapes estamos en confianza... no te molesta ¿no? --pregunta a Jose.
--No --jadea Jose.
Álex pasa lo más alejado de Jose, con el culo en la pared. Aunque en otras circunstancias no le importaría acostarse con Jose no le gusta que su padre lo quiera vender. Agarra sus jeans, Jose le ve un poco el culo mientras se viste. Se pone a cien viendo vestirse a su guapo primo.
--Hijo, puedes seguir desnudo... Nos desnudamos todos y ya está... ¿verdad, Jose?
--¡¡sí, sí¡ --Jose muy excitado.
Álex mira a su padre y a su primo molesto.
--me tengo que ir...
Ramón se acerca a su hijo y le susurra:
--no lo hagas...
Álex se va, ha sido muy frio y a Jose le duele. Se siente triste porque esos dos Vega que tanto le gusta, Mario y ahora cada vez más Álex por verlo desnudo, no quieren saber de él. Jose tiene el pantalón muy abultado, nunca había sentido tanto placer. Siempre le había tenido cariño al Rondeño, sentía algo muy especial por Mario pero nada tiene que con lo que ha sentido al ver a Álex totalmente desnudo. Le duele la manera en la que Álex le ha huido. Verlo desnudo ha sido su experiencia sexual más satisfactoria pero está seguro que Álex siempre va a huir de él y nunca volverá a tenerlo así.
--no le caí bien... --dice Jose decepcionado.
--¡no claro que no...¡¡ ¡a mí me consta que tenía muchas ganas de verte¡
--¿en serio? --Jose emocionado-- ¿no parecía?
--lo que pasa es que aunque no parezca es muy tímido pero ya verás que seréis grandes amigos...
Ramón se empieza a desnudar:
--ya quedaremos para que vengas a comer, eso sí te tienes que sacar la ropa para estar los 3 iguales...
Jose está muy sofocado. No puede creer que vaya a tener a Álex desnudo y cerca de él. Ramón se desnuda con la esperanza de no tener que pedir un favor a su hijo, le gustaría poder seducir a su sobrino él mismo pero Jose no lo mira como a Álex sino con la más absoluta de las indiferencias, lo único que le importa de ese hombre es estar cerca de su hijo y el recuerdo de su padre. Jose sabe que ante Álex no podrá hablar de temas serios por lo cachondo que se pondría así que aprovecha ese momento...
--tengo mucho que preguntarte de mi padre... ¿porqué si lo es?
--tu padre estaba seguro de eso y me lo dijo...
--¿¡y porqué nunca se ocupó de mí?¡
--fue su novia... él conoció a la madre de Mario después de tu gestación y ella se negó a que se ocupara de ti. Tú sabes cómo somos los hombres cuando estamos enamorados...
Aunque no es cierto, Ramón echa todas las culpas a su cuñada para justificar a su hermano y además para tratar de separar aún más a Jose de su hermano Mario para sí poder dominarlo.
--no me quería --dice Jose lloroso.
Aunque nunca El Rondeño mencionó a su otro hijo, Ramón dice:
--tu padre siempre se acordó de ti, me consta que en secreto buscó a tu madre pero ésta había desaparecido... Te juro que tu padre estaría muy feliz de ver que su hijo está con su familia...
Jose lloroso dice:
--pero Mario no me quiere...
--pero te quiero yo y tu primo también te va a querer mucho...
Ramón abraza a su sobrino con un falso cariño, cuando lo que en realidad siente por él es desprecio. Sabe que Álex lo puede dominar, puede lograr que haga lo que quiera y más que Mario porque tiene más armas... Álex puede seducir a Jose cosa que Mario nunca haría. Ramón lo sabe y se puede aprovechar de eso. Cuando se separa de su tío, Jose dice:
--siempre admiré mucho al Rondeño...
Con un falso orgullo, Ramón dice:
--es la ley de la sangre...
--me dolió su muerte, cuando veía su tumba en televisión tenía ganas de ir allá... Me gustaría visitarla...
--si claro, le podemos decir a Álex que un fin de semana te lleve a Ronda... yo por motivo de salud no podría ir...
--¿estás mal?
--si, pero nada grave --miente porque goza de gran salud-- espero que no te moleste ir solo con tu primo ¿no?
Jose salta de una pata.
--¡no claro que no...¡
--lástima que se vendió la finca de tu padre...
--sí, es verdad... No entiendo porqué...
--Era más fácil para el reparto...
--a mí me hubiera gustado tenerla...
--sí, yo siempre quise comprarle la de Ronda a mi hijo. Su sueño era tener esa finca para poder heredarla algún día a sus hijos...
--bueno, Mario también tendría derechos ¿no?
--A Mario no le importó... él la vendió junto a las otras dos que le dejó su padre... La cuarta era para todos los hermanos pero costaba mucho mantenerla y con gran pena la tuvimos que vender... Era el patrimonio que yo quería para mi hijo...
--si pero las fincas de Mario ¿no las vendió su abuelo materno?
--si pero él ahora tiene dinero, en vez de comprarse otras... ¿porqué no se compró aquellas?
--Yo las quiero comprar...
--¿tienes tanto dinero?
--tengo bastante pero supongo que con lo que recibo de pensión me darán un préstamo para comprarlas todas, en seguida juntaría el dinero...
--podemos investigar si hay alguna en venta... --finge Ramón.
--Me encantaría poder quedarme unos días con Álex en la de Ronda...
--a él también... más le gustaría que fuera suya... estoy seguro que haría lo que fuera por tenerlas...
Jose traga saliva.
--Yo las voy a comprar...
--si qué bueno que almenos tú las disfrutes, aunque claro tus herederos serán los hijos de tu hermana y ellos no valorarán las tierras de tu padre...
--No tengo intención de esperar a morirme para que la gente se reparte mi herencia... además está claro que un sobrino de mi hermana no va a necesitar nada de mi...
--y de hecho tu hermano tampoco... nosotros somos los únicos que necesitamoss el dinero... a Álex con los toros no le va tan bien como a tu hermano...
--tienes los datos de las 4 fincas...?
--si claro...
--pues hablaré con mi abogado para que compre las 4... no importa lo que cuesta, pero quiero las finca de mi padre para mí...
Ramón no puede ocultar su satisfacción...

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